miércoles, 18 de marzo de 2015

"Prometer y fallar es tan común como jugar"



13 de diciembre de 2011.

Esta fue la última vez que escribí en este blog. Que redacté unas líneas. Desde entonces ha llovido mucho y no sabría por dónde empezar… Sin duda ahora escribe un Cabrales diferente.

Por ahora me apetece redactar unas humildes líneas sobre un gran tema, una gran palabra.

Prometer.



Según la Real Academia Española (Del lat. promittĕre).
Obligarse a hacer, decir o dar algo”.

Sin duda se trata de una palabra con un trasfondo y una importancia mayor de la que a simple vista puede parecer o suponer. Una palabra que en bocas ineptas puede generar cierto recelo, daño o engaño. Si hacemos referencia a su definición vemos una palabra que normalmente da miedo. Digamos que nos invade ese temor al oírla. Obligarse. Es decir, cuando prometemos estamos obligados a cumplir pero… ¿obligados por quién? Por nadie. Es una simple cuestión de honor. De palabra. Y esto amigos míos, es lo más valioso que puede tener una persona de cara a otra. Su palabra. Una palabra fiel.



Prometer es una de esas palabras que muchos suelen decir para hacer más creíble su relato, una afirmación o un hecho venidero ante una posible desconfianza, bien sea por algún acto fallido o simplemente por la inmensidad de esta.

Yo la verdad que no soy de los que prometen. Y no es una cuestión de cobardía. Soy de esos que dicen algo e intenta por todos los medios cumplir, siempre sin prometer. Es verdad que antes prometía cuando estaba “seguro” de que podía cumplir. Y a pesar de estar tan seguro, no cumplí. Para ser sincero, no es fácil faltar a tú palabra y menos cuando ya no tienes vuelta atrás. No tienes la oportunidad de cumplir. Y es que puede llegar lo que muchos llaman destino y te ponen en medio de ti y de tu “te prometo” un día, por ejemplo, un 4 de abril.

Desde entonces, no prometo. Y la verdad es que “prometer y fallar es tan común como jugar”.



Estés donde estés, te prometo que no prometeré.

Un saludo!!

1 comentario:

  1. Al menos esa última promesa puedes cumplirla, aunque prometas que no prometerás.
    Muack.

    ResponderEliminar