"Dormida está la guitarra
cuando partiste de mi
sola no canta esta cueca...
te fuiste en un día gris
Juntos marcamos la senda
felices fuimos así
y marchaste de este pago sin poderme despedir...
Ya no canta mi guitarra, porque te fuiste de aquí, solo el eco del recuerdo flores en el mes de abril...
El dolor marca un camino
el tiempo que he de vivir
seguiré por la vereda
que me lleve un día a ti
Cuando el destino lo quiera
y el cielo nos vuelva a unir
sonará otra vez la cueca
volveré a ser feliz...
Ya no canta mi guitarra, porque te fuiste de aquí, solo el eco del recuerdo flores en el mes de abril "
Tenía que ser un día más. Un día normal. Un día con su desayuno, su almuerzo, con su tarde y su cena. Un día como el anterior y como el que posiblemente fuese al día siguiente. Un simple y puto día más. Sin sorpresas. Sin amargas noticias. Pero no. Fue un día que dejaría en todos los almanaques venideros una marca. Una marca negra.
Tras tres años desde entonces... sigue siendo una fecha muy presente. Parece que fue ayer. Recuerdo con los pelos de punta y los ojos cargados de emociones cuando mi móvil sonó aquel día interrumpiendo a Frankie Ruíz...
La verdad fue que no me lo terminé de creer hasta que te vi. Allí. Dormidito. Tras aquel cristal frío, ese cristal que me separaba de un abrazo. Con esa cara de paz, de tranquilidad. A pesar de que mi padre me diese esa noticia algo en mi más profundo ser quería pensar que era una jodida broma.
Ojalá.
Otra fecha más que quedó marcada. Otro día que no tenía que salir así. Día de aniversario de nuestro grupo. Y digo nuestro por todo lo que luchaste. Porque yo estuviese ahí sabiendo lo complicado que era entrar. Ahora tú no estás. Probablemente estés ahí arriba con esa sonrisa característica tuya, con la guitarra en mano y cantando. Montando una buena fiesta. Ahora soy yo el que ocupa ese lugar que dejaste aunque todos y yo el primero sabemos que eres y serás irremplazable. Y desde aquí abajo tengo que decirte que te estés tranquilo, que siempre que ensayamos en grupo o tenemos una actuación dejo tú espacio, tu hueco entre nosotros, porque se que estás allí conmigo. Actuando. Por eso siempre miro a mi derecha, buscando tu apoyo. Intentaré que Carolina suene siempre minimamente bien, alegre. Tal y como me enseñaste.
También tengo que decirte que sé que estabas allí sentado, conmigo, el pasado 14 de marzo. En el concierto de Pablo Milanés... Nunca te hubieses perdido tal cita. Mientras todo el pabellón cantaba Yolanda, yo tragaba nudos. Yo aguantaba las ganas de derramar esa lágrima que se balanceaba, ella queriendo resbalar mientras yo tiraba de ella, sorteando la gravedad. Y es que Yolanda no es un tema cualquiera. Yolanda es el tema con el que te conocí. El primer tema que me enseñaste como profesor y como amigo. Y con ella, el sentimiento de tocar, de hacer música con el corazón.
Amigo, que toda la alegría que reinaba en ti en vida, reine siempre y por siempre. Que toda la paz que no pudiste encontrar en vida, inunde tú existencia, sea del tipo que sea.
Hasta pronto.
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